Miles se reúnen en Desayuno Nacional de Oración.
WASHINGTON – Oficiales de la Casa Blanca, legisladores del Capitolio y líderes de países del mundo, incluyendo al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, estuvieron entre los miles de invitados en el Desayuno Nacional de Oración en Washington este jueves.
Esta es una tradición que se remonta a los días del expresidentes Dwight D. Eisenhower. Un desayuno de oración donde fe y política se intersecan a propósito.
La representante republicana de Minnesota, Michele Bachmann, es miembro del Comité de Oración del Congreso que organiza el evento anual. Ella dice que el propósito es claro. “Todo el enfoque de este evento es Jesucristo y nosotros compartimos nuestra fe alrededor de la mesa y usualmente es con gente de todo el mundo”, dijo Bachmann.
Este año el discurso del presidente Barack Obama sobre el Estado de la Unión se enfocó en el civilismo y cómo los estadounidenses pueden unirse en un espíritu de buena voluntad.
El año pasado durante el mismo evento el mandatario anunció su versión de lo que sería una Oficina de Relaciones Basadas en la Fe. “El fin de esta oficina no será favorecer a un grupo religioso sobe otros, ni a grupos religiosos sobre grupos seculares”, dijo Obama. “Simplemente será trabajar a favor de aquellas organizaciones que quieren trabajar a favor de nuestras comunidades”.
Por su parte, el presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, defendió la libertad y la tolerancia religiosas. "Quiero reivindicar el derecho de cualquier persona a su autonomía moral, la libertad de todos a vivir con su persona amada", dijo Zapatero, el primer líder español que interviene en este tradicional acto.
"Estados Unidos sabe, como también sabe España, que la utilización espuria de la religión puede ser enormemente destructiva, y qué mejor momento que este Desayuno de Oración para honrar la memoria de nuestras víctimas del terrorismo", añadió Zapatero.
Esta conmemoración de fe no está libre de conflicto. Un grupo que exige al Gobierno rendir cuentas demandó que el presidente y miembros del Congreso no asistieran, describiendo al grupo cristiano que organiza el evento como “sombrío” y “similar a un culto”.
Sin embargo, Bachmann dijo que la oración está presente en la herencia estadounidense.
“Creo que es importante que la gente se identifique con la historia de nuestra nación y no olviden que para que nuestra nación sea fuerte, los individuos deben ser fuertes. Como miembros del Congreso muchos de nosotros encontramos fortaleza en la Biblia, en la palabra de Dios”.
Fuente: mundocristiano
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