Doctores salvadoreños llevan alivio a Haití.

Doctores salvadoreños llevan alivio a Haití.

Gente de todo el mundo ha extendido sus manos para ayudar al pueblo haitiano. Del otro lado de la frontera, en República Dominicana, un hospital abrió sus puertas para atender a los afectados por el terremoto.

Ese centro médico opera gracias al trabajo de un equipo de cirujanos salvadoreños.

Gran cantidad de provisiones siguen entrando por la frontera hacia Haití. Pero muchos tratan de salir a la República Dominicana, buscando alivio del dolor y la pérdida que sufrieron tras el terremoto.

“Uno siente que la gente está sufriendo y uno sufre con ellos también, especialmente con los niños. Esto conmueve el corazón de cualquiera”, expresa el Dr Rubén Elías de Operación Bendición.

El doctor Rubén ayuda a aliviar el sufrimiento en el Hospital Meleciano. El y un equipo de ocho cirujanos de Operación Bendición, viajaron desde El Salvador para atender personas que pasaron horas y días atrapadas bajo los escombros.

“Creo que debemos compartir el amor que hemos recibido del Señor y compartirlo con la gente aquí en Haití, es por eso que vine desde mi país”, dice el Dr. Rolando Tejada de Operación Bendición.

Hay pacientes en cada esquina del hospital que necesitan amor y tratamiento médico.“Es muy muy triste cuando la gente te llama y no puedes atender su llamado porque estás atendiendo a otros pacientes”, comenta el Dr. José Ángel de Operación Bendición

Mucho después del terremoto seguían llegando pacientes a ese hospital cada día. De hecho llegan tan rápido que no hay suficiente espacio adentro para curarlos. Deben ubicarlos detrás de una cortina para comenzar a atenderlos.

“Realmente rompe el corazón ver gente sufriendo, tirados en el suelo. No tienen camas así que deben permanecer en el suelo. Necesitan desesperadamente alguna atención médica”, comenta el Dr. José Ángel.

Según este médico Dios los está llamando para ayudar a la gente en cualquier parte del mundo. “Todos debemos sentir ese llamado de Dios”.

Este un llamado que los doctores escuchan, aún sobre el llanto de los pacientes.

Fuente:  mundocristiano