La policía de Lancashire, que le había prohibido al dueño de una cafetería cristiana, mostrar textos de la Biblia en una pantalla de vídeo, porque violaba las leyes de orden público, ha pedido disculpas.
La organización cristiana Christian Institute (CI), había denunciado el caso y estaba apoyando a Jamie Murray, propietario de la cafetería, Salt & Light Coffee House (Sal y Luz Coffee House).
Según CI, la policía visitó nuevamente a Murray se disculpó parcialmente con él y admitieron que aplicaron mal la ley y por la “manera de su investigación.
El dueño del café, dijo que acepta la disculpa de la policía que los perdona, pero él cree que algunas cuestiones importantes siguen sin resolverse. Murray dijo que no permitirá a la policía cepillar el incidente bajo la alfombra, porque él está preocupado que le puede ocurrir lo mismo a otro cristiano.
Apoyado por el Instituto Cristiano, Murray, ha tomado el consejo legal y tiene la intención de presentar una queja formal en contra de la policía de de Lancashire.
Los agentes policiales afirman que nunca le dijeron a Murray que no podía mostrar los textos bíblicos. Sin embargo, el dueño del café cristiano dice que la policía está mintiendo, porque dos agentes le mostrar los textos bíblicos en su local era un crimen y le advirtieron que si continuaba haciéndolo iba a ser detenido por mostrar material ofensivo e insultante. Murray agregó que la policía se valió de la Ley de Orden Público de 1986, para justificar sus acciones.
Días más tarde, la policía dijo a la prensa que estaban investigando un delito Sección 29E, donde se prohibía la difusión de material ofensivo con intención de provocar odio homofóbico.
Sam Webster, abogado de CI y defensor de Murray explicó que “obviamente él está complacido que la policía haya admitido algunos de sus errores. Pero hay algunas cuestiones que la policía no ha reconocido ni se ha disculpado por algunos detalles importantes por lo esto seguirá siendo objeto de controversia”.
“Él no lo está haciendo por sí mismo, sino para que podamos vivir en una sociedad libre, donde el texto de la Biblia puede ser publicado sin la interferencia de la policía. Es estremecedor pensar que una fuerza de la policía británica en pleno siglo 21 nos quiera quitar nuestra libertades básicas”, resaltó Webster.
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