Chilenos encuentran esperanza en medio del desastre.
Chile respeta tres días de duelo nacional, mientras la nación aún se repone del potente terremoto que mató a cientos y destruyó miles de edificios. Es difícil para muchos encontrar esperanza en medio del desastre, pero George Thomas de CBN News conoció a una mujer cuya fe está firme pese a perderlo todo.
“Esta era la cocina”, dice Magaly Fernández, sobreviviente de terremoto. “Esto es lo que quedó de mi cocina. Toda mi ropa aún está en este cajón empapada”, agrega. “Estaba allá en mi habitación pero el tsunami lo destruyó todo”.
En el pueblo de Talcahuano, donde vive Magaly, un 80 por ciento de habitantes quedó sin hogar.
“Sólo alcé mis manos y pedí a Dios que tuviera misericordia de nosotros”, dice Magaly. “El terremoto fue tan fuerte que no podía estar de pie”.
El terremoto de magnitud 8.8 grados destruyó más de 600 kilómetros de la costa chilena.
La casa de Magaly está a menos de un kilómetro del océano. El terremoto desató una pared de agua que penetró en la vivienda.
“Alguna vez pensó que esto ocurriría”, pregunta el reportero a Magaly.
“Sí, sabía que existía esa posibilidad pues Chile es propenso a terremotos, pero ahora debo salir adelante”, responde la mujer.
Y salir adelante para ella significa confiar totalmente que Dios proveerá sus necesidades.
“No teníamos nada cuando compramos esta casa hace 13 años así que ahora debemos empezar de nuevo. Dios está conmigo y Él me motiva a seguir adelante”.
El domingo en la mañana, ella se unió a otros sobrevivientes de terremoto en la iglesia para elevar una alabanza a Dios.
“Dios dice que no nos abandonará. Siempre podemos contar con él”, dice Magaly.
El gobierno chileno estima que tomará al menos tres años limpiar el desorden dejado por el terremoto y el tsunami y eso está claro para la gente en esta comunidad.
Por ahora, Magaly pasa mucho de su tiempo tratando de motivar a amigos como Julio y otros que lo han perdido todo. Ella les habla del Señor y que ellos deben volverse a Él.
“Debemos seguir”, dice Magaly a Julio. “Yo te he enseñado mucho acerca de Dios. Esta es una oportunidad que Él nos ha dado para buscarlo. Sin Él no somos nada. Sin Él no tenemos esperanza”.
Es esa esperanza que motiva a muchos como Magaly a dejar a atrás sus circunstancias y mirar el día en que un nuevo pueblo se levante de los escombros.
“El hecho de estar vivos nos da la oportunidad de recomenzar y estamos muy agradecidos por eso”, dice Magaly Fernández.
Fuente: mundocristiano
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