Chile sacudido por uno de los peores sismos en la historia.
Uno de los mayores terremotos jamás registrados destruyó casas, puentes y autopistas el sábado en el centro de Chile, matando a 214 personas y provocando un maremoto que avanzaba a gran velocidad por el Océano Pacífico.
El terremoto de magnitud 8,8 llegó a sentirse hasta en Sao Paulo, en Brasil, a unos 2.900 kilómetros (1.800 millas) al este. Aún no están claros los daños, ya que varias réplicas sacudieron la nación andina, uno de ellos casi tan poderoso como el que devastó Haití el 12 de enero.
El terremoto de magnitud 8,8 llegó a sentirse hasta en Sao Paulo, en Brasil, a unos 2.900 kilómetros (1.800 millas) al este. Aún no están claros los daños, ya que varias réplicas sacudieron la nación andina, uno de ellos casi tan poderoso como el que devastó Haití el 12 de enero.
La presidenta Michelle Bachelet envió un "mensaje de tranquilidad, ánimo y esperanza" a todo el país, hablando por radio y televisión.
"Una vez más se pone a prueba la capacidad nuestra para enfrentar la adversidad y ponernos nuevamente de pie", dijo.
La presidenta señaló hasta ahora se informa de 214 muertos, 15 desaparecidos y un millón y medio de damnificados.
Agregó que el violento sismo afectó a Chile desde la norteña Antofagasta hasta la región de Los Lagos, "donde vive el 80 por ciento de la población" chilena.
"Fue una catástrofe de devastadoras consecuencias".
Bachelet tuvo una primera reunión dos horas después del terremoto en la madrugada del sábado para coordinar las acciones necesarias de ayuda a la población afectada.
Luego visitó por vía aérea varias de las regiones afectadas.
Bachelet agradeció la solidaridad de los jefes de estado de México, Estados Unidos, Rusia, Argentina Bolivia, España, entre otros.
Anunció que el año escolar que debía comenzar el lunes, fue aplazado hasta el 11 de marzo, justamente cuando entregará el poder al presidente electo Sebastián Piñera.
"Estamos trabajando para normalizar la situación en el país. Ha sido un sismo de tremenda magnitud y será ardua la tarea para enfrentar la emergencia y la reconstrucción", señaló.
Poco a poco se reanudaron servicios en el país, pero casi un tercio de la zona de la capital y localidades periféricas, donde vive el 40% de los 17 millones de chilenos, estaba sin luz, la mayoría de semáforos apagados, el subterráneo no funcionaba y el transporte publico aún era escaso, según reportes oficiales.
Piñera reportó con enfado haber visto saqueos mientras sobrevolaba algunas de las zonas afectadas. Prometió "luchar con la máxima energía contra todos los intentos de saqueo que vi con mis propios ojos".
El principal puerto de Chile, en Valparaíso, a unos 120 kilómetros (75 millas) de Santiago, fue cerrado mientras se analizaban los daños.
Dos refinerías de petróleo cerraron y filas de vehículos salían de las gasolineras del país con conductores nerviosos, ansiosos por llenar sus tanques.
Codelco, el principal productor de cobre del mundo, interrumpió el trabajo en dos de sus minas, aunque anunció que espera reanudarlo pronto, reportó el diario La Tercera.
El ministro de interior Edmundo Pérez Yoma calificó el terremoto como "devastador", pero la presidenta aclaró que "el sistema está funcionado. La gente debe permanecer en calma. Nosotros estamos haciendo todo lo que podemos con todas las fuerzas que tenemos. Cualquier información se las compartiremos de inmediato".
El ministro de Transportes y Telecomunicaciones René Cortázar pidió a los chilenos hacer llamadas telefónicas y viajes solo cuando sea "absolutamente necesario".
Varios edificios quedaron derruidos y las llamas devoraron una prisión. Millones de personas salieron a las calles debido a la falta de electricidad.
El ministro de interior Edmundo Pérez Yoma informó que al menos 214 personas murieron por el terremoto aunque dijo que aun "es difícil dar cifras precisas".
En Concepción, 500 kilómetros al sur y una de las ciudades más afectadas por el terremoto de la madrugada, colapsó un edificio de 14 pisos y los bomberos hacían esfuerzos por rescatar a personas atrapadas.
En el archipiélago de Juan Fernández, a 660 kilómetros de la costa chilena, se reportaron 11 desaparecidos a causa de una marejada que penetró hasta tres kilómetros de tierra. Entre los muertos en la tragedia, la Cancillería de Perú dijo que dos eran peruanos.
Las autoridades intentaban llegar a todas las localidades golpeadas por el sismo y se realizaban esfuerzos de búsqueda y rescate de víctimas en toda la zona central del país.
"Estamos en pleno proceso de evaluación", declaró la directora de la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio de Interior (ONEMI) Carmen Fernández.
Indicó que hasta ahora sólo tienen "tendencias preliminares" del número de afectados. Una de las localidades más golpeadas es Talca, a 105 kilómetros del epicentro.
La gente que dormía en camas sintió de repente lo que parecían turbulencias de un avión, mientras sus posesiones caían al suelo de todas partes y los muros temblaban.
Un fuerte ruido surgió de la tierra que se convulsionaba hacia las 0634 GMT, o 1:34 de la madrugada. El sonido de los gritos se mezcló con el de los vidrios rotos.
El centro histórico del pueblo, con la mayoría de construcciones de adobe, cayó casi en su totalidad.
La ministra de Vivienda, Patricia Poblete, calculó que "estamos hablando de una cifra preliminar de un millón 500 mil viviendas" afectadas, de las cuales hay "500.000 con daños severos, (que) probablemente no se pueden habitar" más. Aclaró que demorarán hasta dos semanas en tener datos más rigurosos.
El Centro Geológico de Estados Unidos reportó que después del sismo de 90 segundos de duración ocurrieron por lo menos 52 réplicas de magnitud 5 grados o más, incluso una de 6,9 grados. El epicentro se ubicó a 325 kilómetros al suroeste de Santiago y a una profundidad de 35 kilómetros a las 3.34 (0634 GMT).
El terremoto desató una posibilidad de tsunami en prácticamente todo el Pacífico, aunque conforme pasaba el tiempo se fueron descartando daños en Perú, Ecuador y Guatemala.
La televisión chilena informó de que 209 reos escaparon de la cárcel de Chillán, a unos 350 kilómetros al sur, luego de estallar un incendio en el penal.
Olas de gran tamaño entraron a la comuna de Talcahuano, junto a la ciudad de Concepción, a unos 500 kilómetros al suroeste de Santiago.
En Santiago de Chile, 325 kilómetros (200 millas) al nordeste del epicentro, media docena de vehículos yacían volcados sobre el asfalto tras desplomarse el segundo piso de la autopista sobre la que circulaban.
Fuente: mundocristiano
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