“Venimos a Jerusalén, especialmente estos días, para expresar nuestro amor y el derecho a existir del pueblo judío”, dijo el pastor evangélico Héctor Pardo, director de la Embajada Cristiana Internacional en Colombia.
El pastor Pardo es uno de los miles de evangélicos procedentes de unos 40 países del mundo, que recorrieron las principales calles de Jerusalén con motivo de la festividad judía de Sucot o fiesta “de los Tabernáculos”, en una marcha anual de solidaridad con Israel.
Para el religioso colombiano, Jerusalén “necesita de paz” para poder convertirse en “la capital de todas las naciones de la tierra, abierta a todos”.
La marcha de los evangélicos que inicio en el Parque Sacker, pasó por las calles del centro urbano hasta llegar a las murallas de la ciudad vieja, a los pies del Parlamento (Kneset), en un colorido desfile donde proliferaban las banderas de más de cuarenta países y los cantos cristianos mesiánicos en distintos idiomas.
La marcha de Jerusalén, como la llaman los evangélicos, se celebra del 23 de septiembre al 1 de octubre y comprende manifestaciones de fe y apoyo solidario con el Estado de Israel. El Pastor Pardo manifestó que “ésta es una oportunidad para festejar con el pueblo de Israel una fiesta común a ambas religiones”, la de los Tabernáculos, según registran las Sagradas Escrituras.
La décimo séptima participación de los evangélicos en la fiesta del Scott judío es organizada por la Embajada Cristiana de Jerusalén, fundada en 1980. Las principales iglesias evangélicas del mundo trascienden sus fronteras geográficas y denominaciónales, para participar en una marcha de la fiesta de los Tabernáculos, desde la perspectiva cristiana evangélica.
Los judíos conmemoran con el Sucot su paso por el desierto tras el Éxodo de Egipto, hace unos 3.500 años, según el relato bíblico. No obstante, para los evangélicos del mundo, la marcha de Sucot es una de las principales muestras de apoyo al Estado judío y va acompañada durante toda la semana de conferencias, asambleas y excursiones por los lugares santos.
Los evangélicos del mundo observan con especial énfasis un mandato del profeta Isaías para considerar una obligación “confortar al pueblo de Israel”, apoyarle en los momentos de dificultad y colaborar para que todos los judíos dispersos por el mundo regresen a la Tierra Prometida. Con ello creen que alientan “el regreso de Jesús el Mesías a la Tierra Santa” y acercan su propia redención, explicó el pastor brasileño Antonio Fernandes Nogueira.
El apoyo espiritual se traduce a nivel político en una defensa de las posturas de los gobiernos de Israel y de la necesidad de mantener unificada Jerusalén bajo bandera israelí, a pesar de que los árabes reclaman la parte oriental de la ciudad.
“Venimos también a expresar el derecho (de Israel) a tener a Jerusalén como su capital eterna e indivisible (…) porque así lo establece la Biblia”, agregó el pastor Pardo, participante en la “Marcha de Jerusalén” 2010.
Según datos del Ministerio de Turismo israelí, del extranjero participan unos 7.000 evangélicos de países como Australia, Bolivia, Canadá, Chile, Austria, India, Italia, Nigeria, Finlandia, Nicaragua y Noruega.
La mayor delegación, con unos 1.000 participantes, es la de Brasil encabezada por el pastor evangélico Rene Terra Nova, que llegaron a tierra santa para participar de la Semana Evangélica en Jerusalén, así también llamada por los evangélicos, la fiesta judía de los tabernáculos..
EFE
El pastor Pardo es uno de los miles de evangélicos procedentes de unos 40 países del mundo, que recorrieron las principales calles de Jerusalén con motivo de la festividad judía de Sucot o fiesta “de los Tabernáculos”, en una marcha anual de solidaridad con Israel.
Para el religioso colombiano, Jerusalén “necesita de paz” para poder convertirse en “la capital de todas las naciones de la tierra, abierta a todos”.
La marcha de los evangélicos que inicio en el Parque Sacker, pasó por las calles del centro urbano hasta llegar a las murallas de la ciudad vieja, a los pies del Parlamento (Kneset), en un colorido desfile donde proliferaban las banderas de más de cuarenta países y los cantos cristianos mesiánicos en distintos idiomas.
La marcha de Jerusalén, como la llaman los evangélicos, se celebra del 23 de septiembre al 1 de octubre y comprende manifestaciones de fe y apoyo solidario con el Estado de Israel. El Pastor Pardo manifestó que “ésta es una oportunidad para festejar con el pueblo de Israel una fiesta común a ambas religiones”, la de los Tabernáculos, según registran las Sagradas Escrituras.
La décimo séptima participación de los evangélicos en la fiesta del Scott judío es organizada por la Embajada Cristiana de Jerusalén, fundada en 1980. Las principales iglesias evangélicas del mundo trascienden sus fronteras geográficas y denominaciónales, para participar en una marcha de la fiesta de los Tabernáculos, desde la perspectiva cristiana evangélica.
Los judíos conmemoran con el Sucot su paso por el desierto tras el Éxodo de Egipto, hace unos 3.500 años, según el relato bíblico. No obstante, para los evangélicos del mundo, la marcha de Sucot es una de las principales muestras de apoyo al Estado judío y va acompañada durante toda la semana de conferencias, asambleas y excursiones por los lugares santos.
Los evangélicos del mundo observan con especial énfasis un mandato del profeta Isaías para considerar una obligación “confortar al pueblo de Israel”, apoyarle en los momentos de dificultad y colaborar para que todos los judíos dispersos por el mundo regresen a la Tierra Prometida. Con ello creen que alientan “el regreso de Jesús el Mesías a la Tierra Santa” y acercan su propia redención, explicó el pastor brasileño Antonio Fernandes Nogueira.
El apoyo espiritual se traduce a nivel político en una defensa de las posturas de los gobiernos de Israel y de la necesidad de mantener unificada Jerusalén bajo bandera israelí, a pesar de que los árabes reclaman la parte oriental de la ciudad.
“Venimos también a expresar el derecho (de Israel) a tener a Jerusalén como su capital eterna e indivisible (…) porque así lo establece la Biblia”, agregó el pastor Pardo, participante en la “Marcha de Jerusalén” 2010.
Según datos del Ministerio de Turismo israelí, del extranjero participan unos 7.000 evangélicos de países como Australia, Bolivia, Canadá, Chile, Austria, India, Italia, Nigeria, Finlandia, Nicaragua y Noruega.
La mayor delegación, con unos 1.000 participantes, es la de Brasil encabezada por el pastor evangélico Rene Terra Nova, que llegaron a tierra santa para participar de la Semana Evangélica en Jerusalén, así también llamada por los evangélicos, la fiesta judía de los tabernáculos..
EFE
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