Noticias: Crearán una versión del árbol de la ciencia del bien y del mal
El científico Joe Davis, de 63 años, del laboratorio de genética de la Universidad de Harvard decidió crear el supuesto árbol del conocimiento el de la ciencia del bien y el mal según habla la Biblia.
Davis, utilizará raíces y hojas de una cepa de 4.000 años de antigüedad para hacer de la manzana “el fruto más cercano que se cultivó en el Jardín del Edén”.
Para cumplir con este objetivo Davis se apoyará con la información de información Wikipedia. Todo ello codificado en una mutación del ADN que será implantado en la manzana, creando una fruta transgénica.
El nuevo ADN es implantado en la plántula de la planta utilizando un tipo de bacterias especialmente creado para insertar su propio genoma en las células de este tipo. Para Davis esto es lo más cerca que puede llegar a la fruta de la historia bíblica.
Esta manzana se ha denominado Malus Ecclesia. Malus es el nombre del género de la manzana en latín, que significa literalmente “del mal”, mientras que ecclesia es el término en latín para la iglesia. Esta “iglesia del mal” es el nombre del laboratorio de Davis.
Según él, cada molécula de ADN “tiene tres páginas de información disponibles”. Esto es debido a que el ADN puede estar representada por sólo tres números. Un número es el propio ADN, la proteína traducida para crear otro número. Este código genético matemático ya ha sido utilizado por Davis para insertar las palabras del filósofo griego Heráclito en los genes de una mosca. Con esto ganó el premio Golden Nica en Prix Ars Electronica en 2012.
Wikipedia en inglés tiene cerca de dos millones y medio de palabras. La secuencia de ADN que será insertada en la manzana bíblica es equivalente a 350 MB de datos, como resultado de la decodificación de “sólo” 50.000 páginas de la enciclopedia en línea, que son alrededor del 50% de las páginas más visitadas en todo el sitio. El genoma completo de la manzana es como un libro de 750 millones de páginas, compuesto por las cuatro letras del ADN – A, T, C y G.
Las palabras se traducen en esas letras de ADN utilizando un código matemático, similar a la forma de código Morse y la taquigrafía comprime las palabras. Introducir las informaciones del ADN, según Davis, no va a afectar el sabor o la textura de la manzana.
“Se acerca mucho a la ciencia y la religión”, explica el científico. Aun así, es sólo un proyecto conceptual. La manzana no se generada a gran escala para el consumo.
Fuente:noticiacristiana.com